Domingo 11 de Mayo del 2025

Cuarta semana de Pascua

Hermanas y hermanos, la palabra no va sola, sin embargo; le acompañan magníficas señales de la presencia y de la acción del Espíritu Santo.No se trata de un avance sencillo ni suave ni fluido. Ya hemos tenido ocasión de ver cómo la persecución va marcando el ritmo de vida y de ministerio de los apóstoles y de sus colaboradores. Pero la persecución, ya desde el comienzo no es vista como una tragedia ni como un motivo de desaliento sino como una señal de autenticidad, como un estímulo y también como un modo de reconocer la voluntad misma de Dios. Esto contiene una preciosa enseñanza para nosotros.

De esta misma lectura es bueno destacar el papel de las mujeres, un tema que es tan frecuente en la obra de Lucas. En el caso presente, son las “mujeres distinguidas” quienes tienen la capacidad de influencia directa como para lograr la expulsión de los recién llegados evangelistas, Pablo y Bernabé. Mucho se habla de la subordinación de las mujeres, pero ello no excluye, según vemos, que tuvieran poder real, para lo bueno o para lo malo.

La segunda lectura nos dice: el triunfo y la victoria son para los que han padecido. No hay victoria sin combate, no hay combate sin privaciones, dolor, exclusión. El cristiano, alumbrado por la luz de la pascua, sabe que las tinieblas no tienen la última palabra pero sufre con la oscuridad, con la marginación, con las dudas que le pueden asaltar y con las incomprensiones y amenazas que le sobrevengan.

Ahora bien, el cristiano no apuesta en el vacío. Tiene siempre ante sus ojos al Buen Pastor, a Cristo bendito, primero entre los perseguidos y rey de todos los mártires, que dijo de sus ovejas: “nadie puede arrebatármelas.” Y así se cumple, en realidad: el dolor de ser perseguidos no es más fuerte que el amor de ser redimidos. Y es que en verdad, si el odio nos persigue y también nuestros propios pecados nos persiguen, hay Uno que es Cristo, que nos “persigue” también. El pecado nos persigue para matarnos; Cristo, para darnos vida eterna. Aprendemos así cuál es el verdadero sentido del poder y de la autoridad en la comunidad de los creyentes: sólo aquel que da su vida puede dar vida y El es Jesucristo Resucitado!!.

Feliz y bendecida semana
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